lunes, mayo 28, 2007

Escape

Estoy abajo. Y quiero la luz. Los adoquines ya aburren. La esquina que era mi esquina ya es más propiedad del guardia que la cuida que mía. Las cebras desgastadas por pisotones y ruedas diarias ya no relucen. El cedro se convirtió en estante; el pasto, en baldosa; la nube, en smog; el conformismo, en vicio, en arma suicida. Los espejismos, acá, ya no existen, se diluyeron en el vaso de whisky que generó toda esta borrachera. Me cuesta estar parada en este mundo sostenido por hilitos.
Tirame una escalera, alcanzame una cadena. Yo me mando. Ahí, seguro es mejor. Estoy arriba. Vuelo arriba.
* Foto tomada en febrero en un parque de por ahí

lunes, mayo 21, 2007

Un poco de mí

A ver quién será el valiente que me lea esta vez (nadie está obligado).

1. Sin música no vivo.
2. Soy fanática de los collares de macramé.
3. Digo que no me gusta mi pelo, pero en el fondo lo quiero.
4. Me fascina el olor que deja la lluvia en el pasto y en las baldosas después de hacer su trabajo.
5. El chocolate me puede.
6. Me encantan los negocios que tienen las cosas ordenadas por colores.
7. De chiquita tenía 42 peluches de sopapa pegados en mi ventana.
8. Me gusta más buscar formas con las nubes que con las estrellas.
9. Todavía me da miedo la oscuridad.
10. Mi bebida preferida es el agua.
11. Suelo llorar a escondidas y la mayoría de las veces no es por tristeza.
12. Analizo mucho las pequeñeces de la vida.
13. Me cuesta mucho escribir en cursiva.
14. Tengo facilidad para hacer manualidades.
15. Mafalda y Enriqueta son mis personajes favoritos de historietas.
16. Soy la persona con menos flexibilidad (física) del mundo.
17. Me entretiene escuchar a mi hermana cuando habla dormida.
18. Me entusiasma aprender.
19. Pero a su vez me frustra no tener memoria para recordarlo todo.
20. Prefiero leer libros de cuentos.
21. Aunque los que más me terminan gustando son las novelas.
22. Canto mientras me baño.
23. Estoy enamorada de la fotografía.
24. Una sonrisa me gusta mucho más que unos “lindos ojos”.
25. Muero si me hacen masajes y a su vez me gusta mucho hacerlos.
26. Me encantan las ferias artesanales.
27. Me llama la atención todo lo que sea violeta.
28. Puedo pasarme horas mirando y escuchando al mar.
29. Duermo más fácil boca abajo.
30. Siempre quise trabajar en un zoológico, a pesar de odiar que apresen a los animales ahí.
31. No suelo ver televisión.
32. Tampoco leo el diario.
33. Por eso me acusan de desinformada (y tienen razón).
34. No me suelen atraer los chicos de ojos claros.
35. Hace muchos años que no tengo pesadillas (no quiero cortar la racha).
36. Me gusta más el invierno que el verano.
37. Pero aun así, prefiero la primavera.
38. Disfruto de tomar mate con mi vieja, aunque nunca se lo dije.
39. Extraño los canelones de mi abuela.
40. Y a ella la extraño más.
41. Quiero dejar de comerme las uñas de nuevo.
42. No puedo evitar tener siempre algo para hacer, soy muy activa.
43. Me encanta las pecas.
44. Admiro a la gente emprendedora.
45. Me cae mal Tinelli.
46. Y me cae muy bien Susana (varios creerán que estoy loca, lo sé).
47. Me gusta copiar dibujos y agregarles la frase de una canción.
48. Ansío tener un cuarto para mí sola.
49. Me da miedo viajar en las rutas o autopistas al lado de los camiones “Peligro: inflamable”.
50. Me encantaría aprender a tocar todos los instrumentos posibles.
51. Como la ensalada sin aceite ni vinagre.
52. Me encanta ir a recitales.
53. No soy muy demostrativa.
54. Pero daría la vida por la gente que amo.
55. De chiquita deseaba que me pongan yeso.
56. Soy prejuiciosa y no me gusta nada.
57. Me encanta viajar.
58. Me enervan las faltas de ortografía.
59. Me vuelvo viciosa-compulsiva si toco una cascadita de monedas.
60. Odio lavar los platos.
61. Pero me encanta barrer y planchar.
62. Me fascina ver películas.
63. Soy muy autoexigente (en extremo).
64. Necesito urgente comprar un disco rígido con más capacidad para ampliar mi memoria.
65. Me encanta cocinar cosas con una receta al lado.
66. Pretendo recorrer el mundo.
67. Amo el cielo estrellado fuera de la ciudad.
68. Me propongo muchas cosas que después quedan en el olvido.
69. Los Simpsons y Friends son mis programas preferidos.
70. Me encanta que mi mamá me perfume la ropa y las sábanas.71. Adoro los circos (no los que tienen animales).
72. Vivo disfónica (tanto que casi ni se nota porque parece mi voz verdadera).
73. Los fogones me traen paz.
74. No creo en el destino.
75. Pero sí en las causalidades (contradictorio, pero tengo una rara teoría).
76. Creo en las almas.
77. Me emociona ver parejas de viejitos todavía juntos (un gran logro).
78. Me encanta andar en bici aunque me canse rápido.
79. Prefiero la izquierda antes que la derecha.
80. Disfruto viendo a los nenes chiquitos y su visión del mundo.
81. Tengo una personalidad un poco antagónica, ya que soy opuesta en varios aspectos.
82. Me gusta más dar regalos que recibir.
83. No uso reloj.
84. Me atraen mucho las películas de cárceles y de psiquiátricos.
85. Últimamente me cuesta redactar cartas.
86. Odio la era de los celulares. El mundo era más sencillo sin ellos.
87. Me fascina comprar ropa.
88. Sigo sintiéndome rubia (como de chiquita) a pesar de que mi color de pelo haya cambiado a un castaño claro.
89. Me gusta mucho el inglés; tengo facilidad y predisposición para aprenderlo.
90. Suelo cerrar mal la puerta de la heladera.
91. Me causa gracia la moda cuando logra que mucha gente vista cosas horrorosas (aplausos para ella).
92. Usé aparatos.
93. No sé mucho de política ni de historia, pero me gustaría.
94. Me encanta agarrar los “dientes de león” (las florcitas blancas que tienen como plumas) y soplarlos (soy mala, lo sé, arranco flores).
95. Mi materia preferida era Literatura.
96. Era buena en matemática, a pesar de no congeniar mucho con ella.
97. Me molesta aspirarme los caños de escape de los colectivos.
98. Conozco muy bien la sincronización del semáforo de la esquina de mi casa, por eso empiezo a cruzar antes de que corte (sabiendo que no puede venir ningún auto).
99. Siempre guardo los libros de mano en folios para que no se arruinen.
100. Adoro bailar.
101. Cuando leo algún libro y encuentro alguna palabra desconocida la busco en el diccionario para recordarla y poder darle uso en algún momento.
102. Perdí mi documento una vez.
103. No camino descalza en casa, uso pantuflas.
104. Muy pocas veces como las pastas sin queso.
105. Suelo guardarme muchos pensamientos que serían más felices si fuesen liberados por mi boca.
106. Me operaron 2 veces de chiquita, de los oídos.
107. Me gustan los deportes, pero no practico ninguno.
108. Tengo amigos afuera del país.
109. A quienes extraño en demasía.
110. Espero morir mientras duermo, pero dentro de muuuuuuchos años.


Puse esta foto porque es una de las pocas mías que me gusta: me remonta a mis pasadas vacaciones y me trae paz.

viernes, mayo 11, 2007

La em/des-prendedora

Ella atravesaba todos los límites. Lo sabía. Era la rebelde del grupo. Solía ir en contra de la corriente.
Cuando el viento las llevaba hacia la izquierda, ella hacía fuerza para volar hacia la derecha. Cuando las demás chillaban al quedar empapadas por la lluvia, ella disfrutaba de ese baño gratuito. Si sus compañeras eludían a los bichitos, ellas los invitaba a que pasaran a visitarla. Todo a contramano. Todo a contraluz para la hoja revolucionaria.
Ella sabía que tenía el poder de elegir su propio camino, entonces, si no le agradaba el verde ¿por qué debía seguir la corriente de la moda?
Le costó encontrar nueva ropa al principio, pero finalmente pudo vestirse de marrón. ¡Qué lindo le quedaba! Era el tono indicado para ella. No era cremita, tampoco tierra, sino la conjugación perfecta del otoño. Contrastaba con todas las demás. Verdaderamente, se hacía resaltar.
A pesar de haber conseguido nuevo atuendo no estaba conforme, aún. No se sentía cómoda junto a sus vecinas, por lo que pensó en irse de viaje por un tiempo.
Todavía no podía sacar pasaje, ya que faltaban 4 meses y 12 días para el 21 de marzo. No tenía tanta paciencia. No podría esperar. ¿Cómo iba a lograrlo? ¿Sería la primera vez que la hoja alborotada no cumpliría su cometido? No se lo podía permitir. Ni la más sedienta de las tormentas la iba a detener. Era cuestión de concentración.

Lunes 6 a.m. Las demás hojas están por despertar. Debe partir antes de que madruguen. Lo practicó, no puede salirle mal.
Comienza el ritual. Piensa en su deseo. Se aísla de su periferia. Cierra sus oídos y abre su mente. Es un intento de Om. Ya está por lograrlo, falta un pedacito. Solo un poco más. Se quiebra. Nuestra hoja logra separarse del árbol carcelero para escapar hacia otro lugar… hacia su lugar.
De a poco va cayendo. Suave y cuidadosamente. Toca tierra firme por primera vez. Se ve diferente desde esta perspectiva. El pasto se huele más sabroso que nunca.
¿Y ahora qué pasa? ¿Cómo sigue el viaje? ¿Quién la llevará?
Eso no es problema para nuestra rebelde. Sabe que si no es un huracán, será una brisa la que la deslice por la pileta de aire. El primer pasito está consumado. El resto son recuerdos futuros.