miércoles, octubre 18, 2006

Punto y listo


Punto com, punto ar. Punto com. Punto y listo. Acá me bajo yo, donde terminan los rieles de este ahora plástico. ¿Cuánto de todo esto seguirá siendo cierto? ¿Obedecer o pensar? ¿Flor o papel?¿Belleza o cirugías?
Ciudad rodeada de prejuicios y moda llora vientos de ficción, dulce masoquismo de lo irreal. Corazones pintados de propagandas que laten estereotipos de lo perfecto, no profesan sentimientos, ahora sirven para posar. Muñecos a cuerda formando fila detrás de la felicidad comprada. Artimaña subliminal de lo impuro, de la nauseabunda actualidad.

-Tocamos la guitarra, vamos al teatro, leemos Cortazar, caminamos por el parque, conversamos, te quiero, somos nosotros.
-¿Que? Mp3, TV 1836 pulgadas, Internet, auto a mil por hora, chateamos, I (L) U, invención. ¿Eso dijiste?
Para el bolsillo del caballero y la cartera de la dama les traigo importada desde Europa la última novedad en artículos de limpieza: el Magic Brain. Limpia todo lo aprendido, toda la independencia, todo su poder de decisión, la historia, lo natural, lo genuino, lo que es. No piense más, compre el Magic Brain y ya no tendrá que preocuparse por ser usted mismo, será uno más del montón tan codiciado.

Profecía cumplida. Apocalipsis en vivo, señores. Destrucción rutinaria. Sustracción de identidades. Pilas de figuritas repetidas. Carencia de voces que gritan por sí solas. Derogación de lo oriundo. Opulentas e ingenuas marionetas pisoteando colores. Hoy, los payasos y los bufones, generaron marea alta con sus jubiladas lágrimas.
Te embalsaman el latir y solo te volvés a activar cuando ellos presionan play. Bailoteas a su gusto. Te absorben la mirada y el brillo de tus perlas ya no convive con vos. No es difícil montar la obra. Un par de pastillas soporíferas televisivas y saz! Porcelana recién salidita del horno, lista para ser adorno, lista para servir de decoración, de fondo, de nada.
Tejen, emparchan, tejen, tapan agujeros, tejen y siguen tejiendo esta bufanda que termina ahorcando sutilmente a la fiebre de la personalidad. Todo es plateado, todo es metal. Abunda la ineptitud, merma la calidad de autosuficiencia.

Espejos de sonrisas ilusas y blanquecinas empapelan las calles. La mía es rectilínea. No tiene ganas de mentir.