lunes, mayo 22, 2006

Realidad no quiere

Deslizándose, ahí va, por un pasaje de estrellas. Con el huella a huella chapotea en los marcitos de lluvia precoz. Sonrisas agudas va dejando su baile de felpa, en la alfombra roja del bosque. Un globo verde gigantesco se impone en el medio de la barro-vía. Acompañan sus hojas unos hermosos piropos violetas, pretendientes de los colibríes, los cuales viborotean en valses peregrinos. Tira cuerda, tira cuerda, avanza. Ahora piedras y más botones sin ojal se amontonan en trenzas de caramelo. Se roba uno (le roba uno a la barro-vía) y lo vuela en una perfecta parábola que termina agujereando el lago de manera tan grácil que ni siquiera el branquiado se inmuta. El muy cielo se pinta con acuarelas esfumadas en grises y celestes, que se enredan en un circo de malabares imperfectos (pero miento: cuán perfectos se ven). Y de ahí desciende la soga, desciende la escalera, desciende la subida. Fuerza, mas fuerza, no le falta mucho. ¿Sin manos? Cae, para atrás, se deja flotar y toca el suelo. Realidad. No quiere. Rebota y nuevamente al cuadro de acuarelas.

sábado, mayo 06, 2006

Nada es Todo

El tiempo no es tiempo
si la aguja de carbón se consume antes de llorar mansas madrugadas.
El aire no es aire
cuando la punzante humareda de la ciudad se eleva infringiendo en mis pulmones.
El canto no es canto
cuando cada nudo que integraba a la cuerda de la música se calcina en un sencillo tornado de afonía eterna.
La libertad no es libertad
si los que la desean la fantasean solo de noche acompañados de su almohada.
La flor no es flor
a menos que acepte el duelo de la desafiante mariposa por obtener el puesto de la mas bella.
La luna no es luna
si, privada de la luz del Sol, no es capaz de imponerse en la negrura de la noche.
El mar no es mar
cuando el despegue de sus olas se enreda en la corrupción de esas aguas transparentes.
La risa no es risa
a menos que, indistintamente de su sello, cree eficazmente espejos de abstracción.
El amor no es amor
cuando el vapor de un olvidado sollozo empaña el alma encapuchándola de ahogo.
Vos no sos vos
si no profesás que tu esencia colabora manteniendo en pie a cada pedazo de mundo que duerme hoy en tus brazos.
Nada es todo
si tus cristales de purpurina solo se posan en los cegadores socavones de este ejemplar trenzado de algodón llamado vida.

martes, mayo 02, 2006

Los Nadies

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueńan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mańana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueńos de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no habían idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la
prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

Eduardo Galeano