sábado, octubre 23, 2010

Había una vez un cuadrado tridimensional

Una vez conocí una caja. No era de regalo; no tenía moños ni envoltorio brillante. Tampoco tenía ese papelito de plástico de bolitas explotables.
Una caja, como cualquiera, como todos. Y de metal.
Nadie supo nunca lo que había dentro de la caja, porque ella, impenetrable, no se dejó explorar.
Y así termina la historia de la caja: aburrida, sin emoción, sin contenido, dura, impenetrable.


domingo, octubre 17, 2010


Ya basta de llorar, que está saliendo el Sol

martes, octubre 12, 2010

La vida entreabierta

"La vida está entreabierta"
Mario Benedetti
La vida está entreabierta
apoyada en la baranda con un pucho en la mano

invitándote a pasar
a la vez que te invita a temer
de lo que hay a la espera,
en el después,
después de que las agujas mueren agotadas de marcar momentos.

La vida entreabierta,
dispuesta a recibirte,
dispuesta a cachetearte,
a acurrucarte,
a marearte, darte vueltas, chiflarte, acariciarte, confundirte
y después de tanto baile, ofrecerte un café.

La vida que entreabierta descansa
no te exige invitación ni carnet,
no pretende que seas socio ni mucho menos, vip,
no espera nada a cambio;
menos mal, no llegaría a devolverle el préstamo,
nunca.

La vida, entreabierta.
Yo, entrecerrada
o pseudoabierta
o semicerrada
o entreabierta, quizás,
depende de cómo se mida la luz que dejo pasar.